domingo, 11 de marzo de 2012

ENFERMEDADES SANGUIÍNEAS E INMUNOLÓGICAS Y TRICOMONIASIS.


ANEMIA

La anemia es un trastorno frecuente de la sangre que ocurre cuando la cantidad de glóbulos rojos es menor que lo normal, o cuando la concentración de hemoglobina en sangre es baja.
La anemia no es una enfermedad sino una indicación de otro problema, por eso es importante detectar la causa. En general la causa es simple y las reservas de hierro pueden volver a su nivel normal mediante una dieta o toman suplementos de hierro. Sin embargo, la anemia puede ser síntoma de algo más serio, como una hemorragia intestinal. Los rangos de normalidad son muy variables en cada población, dependiendo de factores ambientales (nivel sobre el mar) y geográficas. A nivel del mar encontraremos valores mínimos, y a gran altura los valores deberán ser más altos (la menor presión parcial de O2 obliga al organismo a optimizar su transporte). Además, vemos variaciones de sexo, observando valores menores en mujeres (posiblemente por la pérdida de eritrocitos y contenido sanguíneo en cada ciclo menstrual). Otros factores influyentes en el cuadro sintomático son la edad, el estado nutritivo, cardiovascular y respiratorio.

SINTOMAS MAS COMUNES:

Palidez anormal, Aceleración de la frecuencia cardíaca (taquicardia) Dificultad respiratoria (disnea) Falta de energía, o cansancio injustificado (fatiga) Mareos o vértigo, especialmente cuando se está de pie Dolores de cabeza Irritabilidad Ciclos menstruales irregulares Ausencia o retraso de la menstruación (amenorrea) Llagas o inflamación en la lengua (glositis) Ictericia o color amarillento de la piel, los ojos y la boca Aumento del tamaño del bazo o del hígado (esplenomegalia, hepatomegalia) Retraso o retardo del crecimiento y el desarrollo Cicatrización lenta de heridas y tejidos

CAUSAS:
Generalmente, la anemia puede ser provocada por varios problemas, entre los que se incluyen:

-Infecciones. -Ciertas enfermedades. -Ciertos medicamentos. -Nutrición deficiente.

TIPOS DE ANEMIA:
-Anemia ferropénica. -Anemia megaloblástica (perniciosa). -Anemia hemolítica. -Anemia drepanocítica o de células falciformes. -Anemia de Cooley (talasemia). -Anemia aplásica. -Anemia crónica.

TRATAMIENTO:

-Suplementos de vitaminas y minerales. -Cambios en la dieta. -Medicamentos o interrupción de laadministración de los medicamentos causales -Tratamiento del trastorno causal. -Cirugía para extirpar el bazo (si se trata de anemia hemolítica). -Transfusiones de sangre, si fuera necesario (para reemplazar pérdidas de sangre importantes). -Antibióticos (si el agente causal es una infección). -Trasplante de médula ósea (para la anemia aplásica).

*Ejemplo:
Anemia de Cooley (Talasemia):

Talasemia es el nombre genérico con el que se conoce a un grupo de enfermedades hereditarias de la sangre que incluyen anormalidades en la hemoglobina, componente de los glóbulos rojos encargado de transportar el oxígeno. En cada molécula de hemoglobina hay dos tipos principales de proteínas llamadas globina alfa y globina beta. Los individuos que padecen talasemia no producen suficiente cantidad de una de estas proteínas (y, en ocasiones, de las dos). Como resultado, sus glóbulos rojos pueden ser anormales y no estar en condiciones de transportar suficiente oxígeno al cuerpo.

Es una enfermedad hereditaria en la que se produce un defecto en la síntesis de la hemoglobina. El nombre es debido a que esta enfermedad fue primeramente descrita en poblaciones costeras al Mediterráneo.

Los huesos largos tienden a debilitarse y fracturarse con gran facilidad. Los niños que padecen talasemia pueden crecer con más lentitud y llegar a la pubertad más tarde de lo normal. Como la absorción del hierro puede aumentar y se requieren transfusiones de sangre frecuentes (las cuales suministran más hierro), es posible que se acumulen cantidades excesivas de hierro y se depositen en la musculatura del corazón, causando insuficiencia cardíaca.

 


INMUNODEFICIENCIAS

Grupo de enfermedades diversas en las que el sistema inmunitario no funciona de forma adecuada, y en consecuencia las infecciones son más frecuentes, recurren con más frecuencia, por lo general son graves y duran más de lo habitual. Las infecciones frecuentes y graves (tengan lugar en un recién nacido, un niño o un adulto) que no responden inmediatamente a los antibióticos sugieren la existencia de un problema en el sistema inmunitario. Algunos problemas del sistema inmunitario también derivan en cánceres raros o infecciones inusuales por virus, hongos y bacterias.

TIPOS:

- Congénitas -se tienen desde el nacimiento.                                                                      
-Adquiridas -la más conocida es el Sida, provocada por el virus VIH-. La OMS clasifica las inmunodeficiencias según a que tipo de glóbulos blancos afectan: linfocitos B, linfocitos T, fagocitos o a todo el sistema inmunológico completo.

a) INMUNODEFICIENCIAS PRIMARIAS O CONGÉNITAS: producidas por un defecto genético. Se suelen manifestar a una edad temprana.                                                              

b) INMUNODEFICIENCIAS SECUNDARIAS O ADQUIRIDAS:                                                       - Malnutrición: altera la maduración y función de las células del SI.                                                        - Cánceres diseminados que interfieren en la ontogenia de los linfocitos.                                               - Fármacos inmunosupresores: corticoides, ciclosporina A, ciclofosfamida, radioterapia frente al cáncer.                                                                                                                                                                      - Infección de células del sistema inmunitario: VIH, HTLV, infecciones parasitarias crónicas.

SINTOMAS:

Los niños con inmunidad deficiente contraen infecciones bacterianas graves que persisten, o producen complicaciones. Por ejemplo, estos niños suelen presentar infecciones de senos, infecciones crónicas de oído y bronquitis crónica tras un dolor de garganta o un resfriado. La bronquitis puede derivar en pulmonía. La piel y las membranas mucosas que recubren la boca, los ojos y los genitales son susceptibles de infectarse. Una infección fúngica de la boca, junto con las llagas de la boca (úlceras) y la inflamación de las encías, pueden ser un primer signo de inmunidad debilitada. La inflamación ocular (conjuntivitis), la pérdida de cabello, el eccema grave y la presencia de zonas de grandes capilares rotos bajo la piel también son signos de un posible trastorno por inmunodeficiencia. Las infecciones del tracto gastrointestinal pueden producir diarrea, gran cantidad de gases y pérdida de peso.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO:

Algunas de las enfermedades que debilitan el sistema inmunitario con el paso de los años pueden evitarse o bien recibir tratamiento. Por ejemplo, el estricto control de las concentraciones de azúcar en sangre en los diabéticos ayuda a mejorar la capacidad de los glóbulos blancos para evitar infecciones. Si un determinado cáncer recibe el tratamiento adecuado probablemente se recupere el funcionamiento del sistema inmunitario. La práctica del sexo con medidas de seguridad evita la propagación del VIH (el virus que provoca el SIDA). El cuidado de la dieta puede evitar los trastornos inmunes que derivan de la desnutrición. Las personas que padecen trastornos de inmunodeficiencia deberían mantener una excelente nutrición, tener una buena higiene personal, evitar comer alimentos medio crudos y estar en contacto con personas aquejadas de enfermedades infecciosas. Algunas personas deben beber sólo agua mineral. El estricto cuidado dental ayuda a evitar infecciones en la boca. Se vacuna a los que son capaces de producir anticuerpos, pero a las personas con deficiencia de linfocitos B o linfocitos T sólo se les aplican vacunas de bacterias y virus muertos y no vacunas vivas (como la vacuna oral contra la poliomielitis, la vacuna contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola y la vacuna del BCG).

Ante el primer signo de infección se administran antibióticos. Una infección que empeora rápidamente necesita atención médica inmediata. Algunas personas, en particular las que carecen de bazo, toman antibióticos de forma preventiva como medida profiláctica antes de que surjan las infecciones. Las bajas concentraciones de anticuerpos pueden incrementarse mediante infusiones o inyecciones de inmunoglobulinas, generalmente administradas una vez al mes. Las inyecciones de interferón gamma resultan útiles en el tratamiento de la enfermedad granulomatosa crónica.

Algunos procedimientos experimentales, como un trasplante de células tímicas fetales y células hepáticas fetales, ocasionalmente han dado buenos resultados. La terapia génica promete dar buenos resultados en esta y en algunas otras enfermedades congénitas por inmunodeficiencia en las que el defecto congénito ha sido identificado. El trasplante de médula ósea en ciertos casos consigue corregir un defecto congénito grave del sistema inmunitario. Este procedimiento generalmente queda reservado a los trastornos más graves, como una inmunodeficiencia combinada grave. La mayoría de las personas con glóbulos blancos anormales no recibe transfusiones sanguíneas a menos que la sangre del donante primero haya sido irradiada, puesto que los glóbulos blancos de la sangre del donante pueden atacar a los de la sangre del receptor, creando una enfermedad grave que puede llegar a ser mortal (enfermedad del injerto contra el huésped).

*Ejemplo:
Enfermedad VIH:

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es responsable del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y ataca a los linfocitos T-4 que forman parte fundamental del sistema inmunológico del hombre.
Como consecuencia disminuye la capacidad de respuesta del organismo para hacer frente a infecciones oportunistas originadas por virus, bacterias, protozoos, hongos y otro tipo de infecciones.
La causa más frecuente de muerte entre enfermos del SIDA es la neumonía por Pneumocystis carinii, aunque también es elevada la incidencia de ciertos tipos de cáncer como los linfomas de células B y el sarcoma de Kaposi. También son características las complicaciones neurológicas, la pérdida de peso y el deterioro físico del paciente.
El VIH se puede transmitir por vía sexual, a través del contacto con sangre, tejidos o agujas contaminadas y de la madre al niño durante el embarazo o lactancia. Tras la infección, los síntomas del SIDA pueden tardar incluso más de 10 años en manifestarse.

 

COAGOLUPATÍAS

La coagulación normal de la sangre es un proceso complejo en el que células sanguíneas (llamadas plaquetas) y distintas proteínas de la sangre (llamadas factores de coagulación) se aglutinan para cicatrizar vasos sanguíneos dañados y controlar la hemorragia. Las coagulopatías (trastornos del sistema de coagulación de la sangre) ocurren cuando los factores de coagulación faltan o se dañan, o cuando hay problemas con la cantidad o la función de las plaquetas. Las coagulopatías incluyen trastornos de sangrado (trastornos hemorrágicos) y de la coagulación (trastornos trombóticos o estados de hipercoagulación). En los trastornos de sangrado, la sangre no coagula lo suficientemente rápido y esto redunda en un sangrado prolongado o excesivo. En los trastornos de la coagulación, la sangre coagula demasiado rápido y puede generar coágulos en las venas o arterias. Es una patología hereditaria ligada al cromosoma X, por lo que el trastorno se transmite a través de la mujer, pero se desarrolla en varones (porque el varón sólo tiene un cromosoma X mientras que la mujer tiene dos).

CAUSAS:

Trastornos heredados, incluidos:
-El trastorno factor V Leiden (gen necesario para la coagulación de la sangre; las personas que lo padecen tienen un mayor riesgo de tener problemas de coagulación)                                                                                                                                                                                            -Deficiencia de la proteína C (trastorno que aumenta el riesgo de coágulos de sangre)                                                                                                                                                                                                                                                                                                      -Deficiencia antitrombina III (trastorno que puede originar coágulos anormales)
Adenocarcinoma (tipo de cáncer que comienza en las células que recubren los órganos internos), incluidas las del intestino delgado, el esófago y el útero.
-Trastornos mieloproliferativos (trastornos que originan una sobreproducción de células sanguíneas, como algunos tipos de leucemia).
-Uso de píldoras anticonceptivas o tamoxifeno (Nolvadex)
-Cirugía.
-Otros trastornos que no están relacionados con el cáncer, como el lupus.

SÍNTOMAS:

El síntoma más común de un trastorno de la coagulación es un coágulo llamado trombosis. La trombosis puede ocurrir en las venas superficiales (aquellas que están cercanas a la superficie de la piel), las venas profundas o las arterias. Una trombosis superficial no es peligrosa pero puede causar várices. La trombosis venosa profunda (DVT, por sus siglas en inglés) puede poner en riesgo la vida si partes del coágulo se desprenden y se alojan en los pulmones, lo que se denomina embolia pulmonar. La DVT es muy común en las piernas, y los síntomas incluyen dolor, enrojecimiento e hinchazón. Los síntomas de una embolia pulmonar incluyen dolor torácico y disnea. La trombosis arterial es sumamente peligrosa y puede generar ataque cardíaco, accidente cerebrovascular o daño a los órganos.


TRATAMIENTO:

la coagulación depende de la causa subyacente. Cuando es posible, se administra tratamiento para los trastornos subyacentes. Otros tratamientos:

-Anticoagulantes, como la warfarina (Coumadin), la heparina (varios nombres comerciales), la enoxaparina (Lovenox), la dalteparina (Fragmin) y la aspirina                                                                -Productos del factor de coagulación o agentes coagulantes.                                                                   -Transfusiones de plasma o plaquetas

Otros medicamentos, incluida la hidroxiurea (Droxia o Hydrea) y la oprelvekina (Neumega) para tratar los problemas plaquetarios.


*Ejemplo:
Enfermedad Von Willebrand:
La enfermedad de von Willebrand es causada por una deficiencia del factor de von Willebrand, que ayuda a las plaquetas de la sangre a amontonarse (aglutinarse) y adherirse a las paredes de los vasos sanguíneos, lo cual es necesario para la coagulación normal de la sangre. Existen varios tipos de la enfermedad de von Willebrand.
La enfermedad de von Willebrand afecta tanto a hombres como a mujeres y la mayoría de los casos son leves. El sangrado se puede presentar después de una cirugía o cuando a usted le sacan un diente y puede disminuir durante el embarazo. Esta afección puede empeorar con el uso de ácido acetilsalicílico (aspirin) y otros antinflamatorios no esteroides (AINES).
El factor principal de riesgo es un antecedente familiar de un trastorno hemorrágico. En las mujeres que presentan sangrado menstrual profuso o prolongado, la enfermedad de von Willebrand es más común en aquéllas de raza blanca que en las de raza negra, pero la mayoría de las mujeres con este tipo de sangrado no presentan esta enfermedad.



ENFERMEDADES AUTOINMUNES
Las enfermedades autoinmunes son trastornos que aparecen cuando el organismo desarrolla una respuesta inmune inadecuada contra sus propios órganos o tejidos. A veces, el sistema inmune deja de reconocer como propios a uno o varios tejidos o componentes del organismo y crea autoanticuerpos, que atacan a las propias células, tejidos y órganos. Todo este proceso genera inflamación y lesión, dando lugar a una enfermedad autoinmune.

Los trastornos autoinmunes pueden clasificarse en dos grandes categorías: los que afectan a múltiples órganos (enfermedades autoinmunes sistémicas) y los que afectan a un sólo órgano o tejido (se dice que son localizados). Sin embargo, la diferencia entre un tipo u otro no es siempre fácil de establecer, ya que el efecto de ciertos trastornos autoinmunes localizados se extiende frecuentemente más allá de los tejidos diana, afectando así indirectamente a otros tejidos u órganos.

A veces, los anticuerpos no van dirigidos contra órganos o tejidos específicos. Por ejemplo, los anticuerpos antifosfolípidos pueden reaccionar con sustancias (fosfolípidos) que son constituyentes normales de las plaquetas y de la capa más externa de las células (membranas celulares); puede llevar a la formación de coágulos en los vasos sanguíneos (trombosis).

Los síntomas dependerán de cada enfermedad pero pueden incluir fatiga, mareos y cierta fiebre. La severidad de los síntomas puede variar a lo largo del tiempo.

CAUSAS:

No existe un consenso absoluto al respecto de las causas relacionadas con la aparición de una enfermedad autoinmune, aunque se barajan teorías como la predisposición genética, la influencia de ciertos medicamentos o la presencia de algunos virus o bacterias. Subsidiariamente, las dietas poco equilibradas también pueden influir en el desarrollo de determinadas enfermedades, aunque en general se cree que es la interacción de diversos factores lo que lleva a desarrollar una enfermedad autoinmune. No es extraordinario que los afectados desarrollen más de una enfermedad autoinmune.

ENFERMEDADES AUTOINMUNES:

La lista de enfermedades autoinmunes es bastante larga. Quizá, entre las más conocidas o que tienen una mayor incidencia en la población, pueden destacarse la enfermedad de Crohn, la anemia perniciosa, la diabetes tipo I, la artritis reumatoidea, la celiaquía, la enfermedad de Addison, la enfermedad de Graves, la esclerosis múltiple, el lupus eritematoso sistémico, la miastenia, el síndrome de Reiter, el síndrome de Sjörgen o la tiroiditis de Hashimoto

TRATAMIENTO:

El tratamiento para este tipo de enfermedades se concentra en los síntomas, tratando de paliarlos en la medida de lo posible. Persigue también mantener al máximo la calidad de vida con el objeto de combatir la enfermedad en las mejores condiciones. En algunos casos se requieren suplementos, como pueden ser vitaminas, suplementos tiroideos o inyecciones de insulina. Cuando la enfermedad autoinmune afecta a la sangre pueden ser necesarias transfusiones sanguíneas. Si la afectación está localizada en los huesos, músculos o articulaciones, el tratamiento se centrará en las ayudas al movimiento u otras funciones relacionadas.

Los medicamentos son necesarios en muchas ocasiones. Los fundamentales son los inmunodepresores, como los corticoides y otros fármacos no esteroides.

*Ejemplo:

La celiaquia:

La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune caracterizada por una inflamación crónica de la parte proximal del intestino delgado o yeyuno, causada por la exposición de una proteína vegetal de algunos cereales en la dieta, llamada gluten (proteína presente en el trigo, cebada, centeno, triticale, camut, espelta y posiblemente avena -por cuestiones de contaminación cruzada). Se puede presentar en cualquier etapa de la vida, y aunque se suele diagnosticar en la infancia, en países desarrollados se diagnostica cada vez más en adultos. Es más frecuente en raza blanca y en climas tropicales.Sólo es denominada enfermedad celíaca cuando la persona que padece la intolerancia ha consumido gluten, pues si esto no es así no existe ningún síntoma de ella y el celíaco está completamente sano.Debido a los cambios en la estructura y función de la mucosa del intestino delgado, el organismo pierde la capacidad de digerir y absorber los nutrientes de la comida.La principal causa de este trastorno es una reacción inmunológica mediada por células, hacia los componentes del gluten, sin ser una alergia típica mediada por inmunoglobulinas IgE. Las dianas de la respuesta inmunológica son las gliadinas, proteínas que componen el gluten, presentes en cuatro principales cereales: trigo, cebada, avena y centeno.

La mayoría de los pacientes mejoran de sus síntomas cuando ingieren una dieta sin gluten, pero algunos pacientes sufren de una celiaquía refractaria, que es debida en muchos casos a una gran sensibilidad al gluten, incluso cuando éste se encuentra en cantidades muy pequeñas en la dieta. En la elaboración industrial de muchos alimentos se añade gluten como espesante o gelificante que puede ocasionar síntomas a los pacientes que padecen esta enfermedad.




TRICOMONIASIS
La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) frecuente que afecta tanto a hombres como a mujeres, siendo más frecuentes los síntomas en las mujeres. La tricomoniasis es la ETS curable que afecta con más frecuencia a mujeres jóvenes sexualmente activas. Se calcula que cada año se registran 7.4 millones de casos nuevos en mujeres y hombres.

COMO SE CONTRAE:

La tricomoniasis es causada por el parásito protozoario unicelular Trichomonas vaginalis. La vagina es el sitio más común donde ocurre la infección en las mujeres mientras que en los hombres es en la uretra (conducto urinario).

El parásito se transmite a través de las relaciones sexuales con una pareja infectada ya sea por el contacto entre el pene y la vagina o por el contacto de vulva a vulva (área genital en la parte externa de la vagina). Las mujeres pueden contraer esta enfermedad de un hombre o de una mujer que tiene la infección pero los hombres suelen contraerla solamente por el contacto con mujeres infectadas.

SÍNTOMAS:

La mayoría de los hombres con tricomoniasis no presentan signos ni síntomas, pero algunos puede que tengan una irritación temporal dentro del pene, una secreción leve o un poco de ardor después de orinar o eyacular.

Algunas mujeres tienen síntomas o signos de la infección que incluyen un flujo vaginal espumoso, amarillo verdoso y con un fuerte olor. La infección también puede causar molestias durante la relación sexual o al orinar, así como irritación y picazón en el área genital de la mujer. En casos muy inusuales puede haber dolor en la parte baja del vientre. Los síntomas en las mujeres suelen aparecer de 5 a 28 días después de la exposición a la infección.

COMPLICACIONES:

La inflamación genital que produce la tricomoniasis puede aumentar la susceptibilidad de una mujer a contraer la infección por el VIH, si queda expuesta a este virus. La probabilidad de que una mujer con VIH pase el virus a su pareja sexual (o parejas sexuales) aumenta si tiene tricomoniasis.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO:

Para diagnosticar la tricomoniasis tanto en hombres como en mujeres, un proveedor de atención médica debe realizar un examen físico y una prueba de laboratorio. El parásito es más difícil de detectar en los hombres que en las mujeres. En las mujeres, el examen pélvico puede revelar la presencia de pequeñas ulceras rojas (llagas) en las paredes de la vagina o en el cuello uterino.

La tricomoniasis suele curarse con medicamentos recetados, ya sea metronidazol o tinidazol en una sola dosis por vía oral. Los síntomas de la tricomoniasis en hombres infectados pueden desaparecer en unas cuantas semanas sin tratamiento alguno. Sin embargo, un hombre infectado que nunca haya tenido síntomas o sus síntomas hayan desaparecido, puede seguir infectando o reinfectando a su pareja sexual femenina mientras no se trate la infección. Por lo tanto, ambos en la pareja deben tratarse la infección al mismo tiempo para eliminar el parásito. Las personas que se están tratando la tricomoniasis deben evitar tener relaciones sexuales hasta que tanto ellas como sus parejas hayan terminado el tratamiento y no tengan síntomas. Las mujeres embarazadas pueden tomar metronidazol.

El hecho de que una persona haya tenido tricomoniasis una vez no significa que no pueda contraerla de nuevo. Una persona puede seguir siendo susceptible a la reinfección aun cuando haya completado el tratamiento

PREVENCIÓN:

La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es la abstención del contacto sexual, o tener una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas de detección y que se sabe que no tiene ninguna infección. Los condones de látex para los hombres, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión de la tricomoniasis. Cualquier síntoma en el área genital, como por ejemplo secreción o ardor al orinar, una llaga o irritación poco usual, debe ser razón para dejar de tener relaciones sexuales y consultar con un médico de inmediato. Una persona a quien se le haya diagnosticado tricomoniasis (o cualquier otra ETS) debe recibir tratamiento y avisar a todas las personas con las que haya tenido relaciones sexuales recientemente para que éstas también consulten a un médico y puedan tratarse. Esto reduce el riesgo de que las parejas sexuales presenten complicaciones por la tricomoniasis y el riesgo de reinfección en las personas que han tenido el parásito. Una persona con tricomoniasis y todas sus parejas sexuales recientes deben dejar de tener relaciones sexuales para hacerse el tratamiento contra la infección y esperar a que desaparezcan los síntomas.


MONTAÑA T.S.

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