domingo, 25 de marzo de 2012

la gripe


¿Qué es la gripe?
Se trata de una enfermedad muy infecciosa causada por un virus. Se presenta a modo de infección de las vías respiratorias y se da, fundamentalmente, durante la estación invernal (noviembre-marzo).
¿Cómo se transmite?
El virus de la gripe se transmite de persona a persona y a través del aire por medio de estornudos o de la tos. En ocasiones basta simplemente con hablar con una persona que esté infectada con el virus de la gripe para contagiarse. Otra vía de infección es la del contacto directo. Ésta se da, por ejemplo, si tocamos la piel de una persona infectada y luego nos llevamos la mano a la boca o nariz. Sin embargo, hay que decir que esta segunda vía de infección es mucho menos frecuente.
¿Cuáles son sus síntomas?
-Inflamación, congestión e irritación del tracto respiratorio, alterando la mucosa respiratoria
-Fiebre
-Escalofríos
-Dolores musculares
-Dolores de cabeza
-Tos seca
-Sensación generalizada de malestar, falta de apetito y de energía
¿Cómo se trata?
La mejor manera de tratar la gripe es previniendo su aparición, y para ello lo mejor es vacunarse. El virus gripal se transforma todos los años, por lo que su vacuna tiene que modificarse todos los años también para ser efectiva. Puedes adquirir esta vacuna en tu farmacia habitual o en tu centro de salud.
Medicamentos
Existen multitud de medicamentos destinados a combatir la gripe y a paliar sus efectos. Los primeros son los llamados medicamentos antivirales, que combaten directamente el virus. Éstos no son efectivos para tratar las infecciones bacterianas que se pueden dar como consecuencia de la gripe. Para disminuir la fiebre, lo más efectivo suele ser tomar algún medicamento con una base de paracetamol.
Duración
Tras unos cinco días, la fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer, pero pueden persistir la tos y la debilidad.
Todos los síntomas suelen desaparecer al cabo de una o dos semanas. No obstante, es importante tomarse la gripe en serio, puesto que puede evolucionar a una neumonía y a otras complicaciones que pueden poner en peligro la vida del paciente, sobre todo en bebés, ancianos y personas que padecen problemas de salud de carácter crónico.
Consejos caseros.
¡Guarda reposo! Realizar cualquier tipo de actividad física o mental que requiera mucho esfuerzo sólo conseguirá que tus defensas flaqueen y ello alargará tu efermedad. Bebe mucho líquido. Cuando estamos enfermos, nuestro organismo libera las toxinas por medio de la orina y del sudor. Por ello, para prevenir la deshidratación lo mejor es beber mucha agua. Los zumos de frutas son muy buenos también pero, no sólo porque nos ayudan a reponer líquidos, sino también porque contienen muchas vitaminas. Eso sí, si te duele la garganta, ingerir zumos de frutas cítricas (naranja, pomelo, etc.), aún a pesar de su alto contenido en vitamina C, puede irritártela aún más, así que ten precaución. Si eres fumador, evita el consumo de tabaco todo lo que puedas. ¿El alcohol? Ni probarlo, sólo conseguirás que tus defesas se debiliten aún más.
juan peña mateo

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