jueves, 15 de marzo de 2012

ENFERMEDADES DE LOS SENTIDOS Y DE LOS ORGANOS

¿QUE ES LA CONJUNTIVITIS?


Conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, membrana mucosa que recubre el interior de los párpados de los vertebrados y que se extiende a la parte anterior del globo ocular.
Presentan unas manifestaciones comunes (enrojecimiento, fotofobia y lagrimeo) y otras dependientes de su causa (lagañas matutinas en las infecciosas, ganglios aumentados de tamaño en las víricas, prurito en las alérgicas, etc), con una duración entre 1 y 3 semanas.

HAY CUATRO TIPOS:

Según su etiología se pueden clasificar como:
  • Bacterianas: son menos frecuentes, caracterizadas por secreción abundante y amarillenta y formación de papilas en la conjuntiva palpebral. Se tratan con higiene ocular y antibióticos tópicos.
  • Víricas: son las más frecuentes, producidas generalmente por adenovirus, con menos legañas y posible afectación corneal dolorosa. Son muy contagiosas y habitualmente remiten espontáneamente, aunque se suele pautar tratamiento sintomático tópico (antiinflamatorios) y lavados frecuentes.
  • Alérgicas: típicamente estacionales, no se distinguen por tener un importante picor, pero sí por tener legañas mucosas y asociación frecuente con sinusitis.
  • Por cuerpo extraño o traumáticas.

LAS CAUSAS PUEDEN SER:

Una de las causas de la conjuntivitis es una infección bacteriana. Diferentes bacterias pueden ser responsables de la infección. En la conjuntivitis bacteriana los síntomas del ojo enrojecido están generalmente asociados con lagrimeo de color verde o amarillo. A menudo, también están presentes síntomas tales como la congestión de los senos paranasales y mucosidad nasal. Los párpados pueden edematizarse.
Si bien la infección bacteriana de la conjuntivitis a veces no exige antibióticos, los afectados deben ver a un médico, ya que, esta forma de conjuntivitis está con frecuencia asociada con infección de la córnea.
Otra causa puede ser el mal uso de las lentes de contacto o lentillas, si se introduce algún microbio y la lente no está correctamente desinfectada, éste se traspasará al ojo al usar la lente y puede causar un poco de conjuntivitis.
Esta infección debe ser correctamente detectada y tratada. La conjuntivitis bacteriana es muy
contagiosa, pero generalmente se cura entre 7 y 10 días después del comienzo de los síntomas.

SÍNTOMAS DE CONJUNTIVITIS:

Los síntomas de la conjuntivitis se reconocen de inmediato ya que el ojo enrojece y lagrimea más. Asimismo, existe ardor y la sensación de tener un cuerpo extraño dentro del ojo. La sensibilidad a la luz es otro de los síntomas de esta afección y con frecuencia, es necesario llevar gafas que protejan al ojo de la luz solar o ambiente. Por otro lado, si la infección es bacteriana el ojo descarga unas mucosas amarillas o verdes, mayormente durante la noche, que pueden pegar las pestañas.

PREVENCIÓN

La conjuntivitis puede ser muy contagiosa, por ello, es muy importante lavarse bien las manos con jabón antiséptico y utilizar toallas de papel. Después de estas sencillas medidas, hay que limpiar suavemente los fluidos que salen de los ojos. Para disminuir la incomodidad que produce el escozor y el picor, es conveniente utilizar compresas de agua tibia o fría. Asimismo, hay que evitar tanto los maquillajes como las lentes de contacto. Es necesario acudir a un especialista ya que si la infección es bacteriana el facultativo administrará un tratamiento con colirios antibióticos o pomadas antibacterianas.


TRATAMIENTO DE LA CONJUNTIVITIS:

Las causas que ocasionen la conjuntivitis influirán en su tratamiento. Para empezar, deben limpiarse los ojos, quitando las secreciones con un paño limpio, agua hervida tibia o suero fisiológico estéril. También suelen ser útiles las compresas frías y los analgésicos. El tratamiento puede ser la administración de colirio, pomada o gel antibiótico. Para mejorar la conjuntivitis alérgica o vírica, sin embargo, lo más efectivo es el uso de gotas oftálmicas con corticosteroides, que nunca deberán utilizarse en el caso de que la infección se haya producido por herpes, ya que los corticosteroides empeoran la infección.
El tratamiento suele durar una semana: las gotas se administran entre cuatro y seis veces diarias y la pomada o el gel entre dos y tres veces al día. El gel utiliza menos veces en comparación con el colirio y no nubla la vista (lo que sí ocurre con la pomada).
En el caso de los niños, la administración de las gotas puede resultar mucho más compleja. Si se resisten, puede recurrirse a tumbarles con la cabeza inclinada hacia atrás y hacia arriba, pedirles que cierren los ojos y aplicarles la gota en el lagrimal. Después, ellos sólo tendrán que abrir y cerrar los ojos durante unos segundos.
A los recién nacidos se les aplican unas gotas en los ojos para prevenir los contagios por gérmenes durante el parto. La infección también podría darse si el bebé nace con el lagrimal obstruido, algo que suele mejorar con el tiempo, aunque también se tienen que dar masajes, exprimiendo el canal lagrimal hacia fuera. En el caso de que el problema persista entre los seis y los 12 meses, deberá lavarse el conducto con una sonda fina.
Generalmente, la conjuntivitis se acaba curando sola, pero es importante tratarla para prevenir contagios y complicaciones. De hecho, a veces el especialista toma una muestra de la secreción para analizarla y determinar cuál será el tratamiento más adecuado.




NEIBA DÍAZ ORIHUELA.

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